viernes, 20 de marzo de 2009

Creo que por mucho que lo escriba no terminaré de creerlo. ¿Ya está? ¿Hasta aquí? Días, meses y hasta años dándole patadas a un problema como a una lata de coca cola por la calle, la alejas, pero conforme caminas, sigues golpeándola, sigue chirriando al rozar con el asfalto. Sigue doliendo. Sé que lo único que me falta es querer, pero a veces me pregunto, ¿quiero? No sé por qué me da miedo ser quien en realidad soy. Me he jodido en varias ocasiones por ser lo que soy ahora, me he jodido mucho.. y aún así estoy acojonada. No entiendo como puedo ser tan masoca a veces, me estoy autodestruyendo. No me gusta nada, no aspiro a nada, me desanimo... Supongo que lo bueno de estar tan hondo es que solamente me queda ascender, pisando fuerte cada piedra del pozo, aunque sea resbaladiza y este fría, sin mirar abajo porque conforme avance, me dará más vértigo. Creo que en el fondo soy una persona bastante fuerte. Creo que poder escribir lo que pienso de mi misma, además de ser bastante ridículo, es de tener una capacidad de autocrítica fascinante. Sí señor... Sólo me arrepiento de haberme dejado por el camino a tanta gente... he avanzado dando de hostias contra las paredes. Y si solo me hiciese daño yo.. bueno, pero es que he ido arañando y mordiendo a ambos lados del camino. Soy una arpía, en serio. Bueno, el camino es largo, así que voy a probar a apoyarme en esta piedra que parece estar más o menos seca. Nos vemos arriba...